Una metrópoli para ser considerada inteligente como es el caso de Londres, Paris, Bilbao, Tokio tienen que contar con una plataforma que resuelva los problemas más sencillos de los ciudadanos, entre ellos:

  • Movilidad
  • WiFi para todos los ciudadanos
  • Control de residuos
  • Sistemas de iluminación
  • Entre otros

Las ciudades inteligentes necesitan, sistemas urbanos adaptados a las necesidades de una urbe avanzada tecnológicamente, desde la conexión en el metro para poder usar los dispositivos móviles, hasta la luminaria pública que caracterizan a las Smart City. En el mundo existen en la actualidad, cerca de noventa iniciativas para impulsar estos proyectos de conectividad, según los informes de la empresa Cisco.

[bctt tweet=»Una #SmartCity cuenta con 3 aspectos básicos importantes, para mantener a los habitantes conectados»]

Iluminación, Tráfico y Transporte.

Para conseguir estos objetivos, son fundamentales los factores que optimizan los distintos sistemas de sostenibilidad y las edificaciones para facilitar la vida de los ciudadanos. Es preciso implementar diferentes mecanismos para lograr este objetivo, por ejemplo, un mapa local de la información del tráfico para favorecer la circulación en las avenidas. En Kansas City se ha mejorado el estacionamiento públicoal gestionar un sistema, que permite a los ciudadanos identificar los sitios disponibles para aparcar, gracias a la tecnología.

Las distintas áreas de la metrópoli con conexión WiFi segura y de calidad son fundamentales en telecomunicaciones, por lo cual es preciso crear proyectos adaptados a las necesidades de cada población. La contratación de proveedores de redes inalámbricas para brindar este servicio, es una prioridad para mantener a los ciudadanos conectados.

Las operadoras telefónicas son indispensables, para mantener la estructura de conexión mediante la Red. En la actualidad solamente el 1%, se pueden considerar ciudades completamente inteligentes en todo el mundo. La fase que se conoce como “Internet de Todo (IoE)”, no ha sido reconocida todavía por los gobiernos, como una forma de desarrollo en las principales urbes. Los Estados tienen que adoptar medidas para digitalizar y modificar gran parte de sus sistemas, adaptando sus recursos a las necesidades de modernización de todos los habitantes.

Los medios técnicos y los avances en el mundo de las comunicaciones, proponen cambios necesarios para una mejor organización en las urbes, aprovechando las ventajas tecnológicas al servicio de los ciudadanos.