En muchas ocasiones, las redes WiFi domésticas son una auténtica pesadilla para muchos usuarios. Esto se debe, principalmente, a la gran cantidad de dispositivos que están conectados a la misma red. También puede generar conflicto la configuración particular de la casa.
La red WiFi mesh
Cada vez es más habitual hablar, en el ámbito doméstico, de las redes mesh.
¿Qué son las redes mesh?
Básicamente, este tipo de red, también conocida como red mallada, es una red compuesta por una estación base o un router y todos sus satélites o puntos de acceso. Estos puntos se comunican entre ellos, de forma continua y en tiempo real, para crear una única red, de cara al usuario, que tiene el mismo SSID y la misma contraseña.
¿Cómo funciona la red mesh?
Una red de este tipo es capaz de redirigir el tráfico a través de todos los nodos que la componen de la forma más efectiva posible.
Su funcionamiento consiste en calcular en todo momento cuál es el satélite o nodo más adecuado para la conexión. La decisión se toma en función de varios aspectos, algunos de los cuales son:
– El estado de los nodos.
– El número y el tipo de dispositivos que están conectados en ese preciso momento.
– La distancia que hay con respecto a cada uno de los satélites.
– La potencia de la señal.
Lo importante de este tipo de red WiFi es que para el usuario es totalmente transparente. No te tienes que preocupar de nada, ni siquiera de a qué nodo estás conectado.
¿Qué ventajas me ofrece la red mesh?
La gestión inteligente del tráfico que se realiza en este tipo de red, así como la situación de la red, son las grandes diferencias con las redes tradicionales.
En los repetidores, los dispositivos se conectan por proximidad, sin tener en cuenta cuál es la situación real de la red. En una red mesh, si un nodo se cae, no perderías la conexión, ya que el sistema te derivaría automáticamente a través de otros nodos que estén disponibles.
Son, además, equipos muy bien diseñados que, en la mayoría de los casos, cuentan con antenas internas, lo que permite integrarlos en cualquier lugar de la casa sin que desentone.
Hay determinados equipos que no usan la red WiFi para su comunicación, lo que implica que ese ancho de banda, con este tipo de conexión, queda liberado para el usuario y para la señal de la red.
Lo cierto es que esta tecnología de conexión WiFi promete una gran mejora a la hora de disfrutar de una conexión continuada y sin interrupciones. Además, es mucho más sencilla de configurar y, además, no le afecta cómo es la estructura de tu casa.
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